La competencia en la región en términos de inversiones portuarias experimentará un cambio significativo con la construcción del megapuerto de Chancay en Perú. Este proyecto transforma a Perú en el principal centro de operaciones logísticas y de intercambio comercial en América Latina.

 

En lugar de ser motivo de preocupación, esta situación debería motivar a los diversos puertos a lo largo de las costas chilenas a expandir sus capacidades a través de la modernización de infraestructuras. Esto no solo se alinea con las demandas de importación y exportación, sino también con el estatus internacional del país en el ámbito comercial.

Al mirar hacia atrás, Chile ha destacado en los rankings de países con un rendimiento destacado en el movimiento de contenedores. En el último informe portuario de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) de 2021, el país se ubicó en el quinto lugar, superando a Perú, Ecuador, Argentina, Uruguay y Paraguay, pero quedando detrás de Brasil y Colombia en términos del rendimiento del throughput.

En 2022, el puerto de San Antonio, en la región de Valparaíso, manejó 1.683.262 contenedores (TEU), experimentando una disminución del 9,4% con respecto al año anterior. Aunque estas cifras se vieron afectadas por la contracción económica, aún se mantienen en línea con las expectativas para los primeros años del puerto de Chancay, que tiene previsto movilizar 1 millón de TEU al año, con la posibilidad de expandirse a 1,5 millones adicionales.

Si Chile no avanza en la modernización, expansión y mejora de sus infraestructuras existentes, así como en las condiciones de seguridad, corre el riesgo de quedarse rezagado frente al desarrollo privado del puerto de Chancay. La gestión de permisos también podría convertirse en un obstáculo para proyectos futuros.

Según la Cámara Marítima y Portuaria de Chile (Camport), el 91% del comercio exterior del país se realiza por vía marítima, lo que resalta la crítica necesidad de que puertos como Valparaíso y San Antonio aumenten sus capacidades y modernicen sus operaciones mediante la incorporación de tecnologías digitales.

El informe “Inversiones y Eficiencia en Puertos” de Camport, publicado en julio de 2023, indica que los puertos de Angamos, Terminal de Graneles Norte (TGN), Antofagasta, Valparaíso y San Antonio tienen una tasa de ocupación superior al 65%, lo que sugiere la necesidad de invertir en infraestructura para aumentar la capacidad.

El reciente anuncio del acuerdo para el desarrollo y expansión portuaria de Valparaíso es un paso positivo, ya que impulsa la innovación necesaria en la industria portuaria chilena. Esto tendría un impacto significativo en diversos sectores económicos, incluyendo el pesquero, turístico, cultural, patrimonial, comercial y el desarrollo de nuevas industrias.

San Antonio, el puerto más relevante del país por su tamaño y ubicación estratégica, ha tenido pausado el avance de Puerto Exterior durante muchos años. Este proyecto tiene la capacidad de manejar 6 millones de TEU anuales, más del doble de la capacidad actual de la región.

Este proyecto también permitirá atender naves portacontenedores de última generación de hasta 400 metros de largo, lo cual no es posible en la actualidad. Es crucial impulsar las licitaciones y aprobaciones necesarias para iniciar el Puerto Exterior de San Antonio, ya que de lo contrario, la brecha seguirá ampliándose.

Invertir ahora significaría ver resultados en aproximadamente cuatro años. De lo contrario, podría haber un retraso en la logística portuaria y en la competitividad, lo cual tendría un impacto significativo. En ese momento, podríamos enfrentar no solo mayores desafíos de innovación, sino también pérdidas importantes en el comercio exterior, ya que la teoría en torno a Chancay sugiere que los exportadores chilenos podrían dirigirse hacia Perú para reducir costos y encontrar rutas más eficientes.

Coincidiendo con Camport, la capacidad de los puertos es fundamental para la cadena logística. Una capacidad insuficiente no solo causaría retrasos en las operaciones de carga y descarga de las naves, sino que también afectaría la competitividad comercial del país.

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